No encontrarás en el mundo a gente más cafetera que nosotros; sin embargo, cuando llega el otoño disfrutamos lo mismo bebiendo una taza de café que un chocolate a la taza. En los meses más fríos somos incapaces de decir no a uno de los maridajes más típicos de nuestra gastronomía: el del chocolate con churros. En este post hablaremos largo y tendido sobre el origen del chocolate con churros. ¡Sírvete un café y quédate con nosotros!
Youtiao, demonio frito o churro
Para entender el origen del chocolate con churros, antes tenemos que indagar sobre la llegada a España de esta masa frita y del cacao.
Nuestro churro es una adaptación de una tira de masa frita, dorada y salada que se consume en China: el youtiao. Se cree que fueron los mercaderes portugueses y españoles que visitaron China entre los siglos XIII y XIV quienes lo introdujeron en la península ibérica.
El youtiao se consume en China desde el siglo XII y tiene una historia muy curiosa, aunque puede que no sea apta para todos los estómagos. Al parecer, en un periodo en el que se sucedían las guerras por el poder, el funcionario Qin Hui y su mujer (de la dinastía Song) colaboraron en la persecución y ejecución de su enemigo político Yue Fei (de la dinastía Song del Sur). Esta noticia no fue bien digerida en la ciudad de Hangzhou y el dueño de un restaurante de comida frita moldeó un par de masas que representaban a Qin Hui y a su mujer y las echó en aceite hirviendo. La respuesta de un pueblo indignado no se hizo esperar: todos se acercaron al restaurante para probar esas tiras de masa que recibieron el nombre de youtiao. Traducida al castellano, la palabra youtiao significa “demonio frito en aceite’. Originalmente solo se servían de dos en dos, para recordar con cada bocado a los presuntos asesinos de Yue Fei.
Cuando esta masa frita se introdujo en España era un alimento de gente con pocos recursos y de pastores. Precisamente fueron estos últimos los que popularizaron su consumo ya que, debido a su preparación y a su conservación, tenía mejor encaje en su dieta que el pan fresco. De hecho, esta masa frita recibió el nombre de churro en España porque su forma recordaba a los cuernos de la oveja churra.
Poco a poco, el churro pasó de ser un alimento para las personas más necesitadas a convertirse en un manjar real. Además, dejó de comerse salado y comenzó a endulzarse con azúcar.
La importancia de Colón en el origen del chocolate con churros
Habría que esperar hasta el cuarto viaje de Cristóbal Colón a América para que el cacao entrase en España. A principios del siglo XVI, el navegante y su tripulación presentaron las semillas de cacao al monarca Carlos I. En cambio, el cacao tuvo que enfrentarse a todo tipo de mala prensa y el consumo de chocolate a la taza no se asentó en España hasta el siglo XIX, en plena Revolución Industrial. En esta época, tal y como te contamos en un post anterior sobre la historia del chocolate caliente, se abarató mucho la producción de la pasta de cacao.
También entre los siglos XIX y XX, los churros y el chocolate se vieron las caras por primera vez en un desayuno y esta combinación se popularizó a la velocidad del rayo. El contraste entre la dulzura del chocolate y la textura aceitosa y crujiente del churro gustó mucho a la población española. En un principio, el chocolate con churros fue el desayuno favorito de los trabajadores más madrugadores, especialmente durante los meses de otoño e invierno. Luego, el chocolate con churros empezó a estar cada vez más presente en el tiempo de ocio de las familias, que acudían a sus cafeterías de confianza tanto para desayunarlo como para merendarlo. Hoy en día, esta tradición de desayunar o merendar chocolate con churros sigue vigente; de hecho, este maridaje es todo un clásico en celebraciones como Año Nuevo o el Día de Reyes. Eso sí, cada churrero o cada cafetería elaboran el churro de una forma diferente: alargado, doblado, espolvoreado con azúcar… Lo único que siempre se repite es su sencilla lista de ingredientes: harina, agua, sal y aceite.
En algunas regiones de España, el chocolate se toma tanto con churros como con porras, un dulce de sartén semejante al churro pero más grueso y con una textura más esponjosa. Para preparar las porras se emplean los ingredientes del churro pero se usa una cantidad mayor de harina y se añade a la masa un poco de bicarbonato sódico.
Independientemente de si en tu cafetería sirves churros o porras, lo ideal es que estén recién hechos y que el chocolate tenga espesor, consistencia y buen sabor. Estaría bien que sirvieses este plato con un vaso de agua ya que los alimentos azucarados provocan bastante sed.
Otras curiosidades sobre el chocolate con churros
Y, como siempre decimos, además de saber mil trucos para la preparación y presentación de cafés, infusiones y chocolates, un barista debe conocer cada producto al dedillo, por lo que hemos recopilado varias curiosidades sobre el chocolate con churros:
- Además de en España, el chocolate con churros se consume asimismo en países de América del Sur como Paraguay, Argentina, México, Chile, Uruguay, Venezuela o Cuba.
- El chocolate con churros es un plato típico en los velorios cubanos.
- En Argentina es habitual encontrarse con churros rellenos de dulce de leche.
- En los primeros cafés o establecimientos que servían este desayuno o merienda predominaba un material: el mármol. Esta roca todavía está presente en muchas de las cafeterías que sirven hoy el chocolate con churros.
- Aunque el maridaje de chocolate con churros es fantástico para el otoño y el invierno, el churro también combina fenomenal con el café con leche.
Interesante, ¿verdad? Esta temporada de otoño-invierno podrás servir a tu clientela tu mejor chocolate con churros mientras le cuentas la historia del youtiao o mientras le hablas sobre su consumo en Sudamérica.
Ahora que ya lo sabes todo sobre el origen del chocolate con churros, no te pierdas estas originales recetas con chocolate caliente de nuestro blog y pon a punto tu carta de bebidas, porque el frío se acerca. 😉