Consejos de limpieza de tu cafetera superautomática

Consejos de limpieza de tu cafetera superautomática

Café

¿Te has preguntado alguna vez por qué tu café ha dejado de tener el mismo sabor increíble que tenía cuando desembalaste esa maravillosa cafetera superautomática por la que suspiraste durante tanto tiempo? ¿Será que le pasa algo al agua, o que ha cambiado tu paladar? No, casi seguro que no; muy probablemente la respuesta al problema esté en algo tan sencillo (pero importante) como la limpieza de la máquina. 

Mantener la cafetera en óptimas condiciones es la mejor forma de prolongar su vida útil, pero, además, es la única manera de garantizar que cada taza esté a la altura de la calidad del café que compres. Por eso hoy vamos a hablar de la limpieza y el mantenimiento de tu cafetera.  

 

Limpieza de tu cafetera paso a paso  

La limpieza de la cafetera es algo que debe hacerse regularmente, pero no siempre con la misma intensidad. Aquí distinguiremos entre la limpieza diaria, la semanal y la descalcificación, cuya frecuencia depende de varios factores. Damos por hecho, eso sí, que usas la cafetera diariamente. Si no es así, los hábitos de limpieza pueden espaciarse un tanto.  

 

  1. Limpieza Diaria 

 La limpieza diaria no implica más que dejar la cafetera lista para el siguiente uso después de preparar un café. Significa vaciar la bandeja de goteo, limpiar el vaporizador, si has espumado leche, y poco más. Para limpiar el vaporizador no uses en ningún caso jabón; la limpieza debe hacerse exclusivamente con agua tibia. Este consejo es extensible a cualquier parte de la máquina por la que vayan a circular café o agua. 

Por otra parte, si se está acabando el café en grano del depósito, no lo rellenes sin aprovechar antes para limpiarlo a fondo. De esta forma eliminarás los restos de aceites que hayan podido dejar los granos y que, con el tiempo, se pondrán rancios y darán un mal sabor al café (aquí te dejamos unos consejos para evitar la ranciedad del café). 

 

  1. Limpieza Semanal 

Después de unos cuantos deliciosos cafés, toca hacer una limpieza más a fondo. En esta ocasión, aparte del vaporizador y la bandeja de goteo, limpiaremos también el depósito de agua y el de posos de café (recuerda que es un resto orgánico y se puede usar para abonar plantas).  

Además, extraeremos el grupo infusor y limpiaremos el conducto que lleva hasta él con un cepillo que, muy probablemente, venía con la máquina. Si no es así, puedes hacerte con uno a un precio más que razonable en internet.  

Si hemos seguido el consejo de limpiar el depósito de grano siempre antes de reponer café, no será necesario que lo hagamos en este momento. Volveremos a hacerlo cuando nos quede poco café en el depósito.  

Terminaremos montando todas las partes que hemos desmontado cuando estén completamente secas. 

 

  1. Descalcificación  

La descalcificación es un proceso fundamental para mantener la máquina en buen estado, pero nosotros no podemos ofrecer una frecuencia mínima, pues depende de la dureza del agua que solamos utilizar. Si empleamos agua del grifo para hacer nuestros cafés, podemos consultar su dureza con una simple búsqueda de internet. Si resulta que tiene una dureza media o superior, es decir de más de 20 ºf, la descalcificación es recomendable cada 3 meses mínimo. Si usamos agua de botella o en nuestra zona el agua es muy blanda, podríamos estirar la frecuencia del tratamiento hasta los 6 meses. 

La descalcificación la haremos siempre siguiendo las instrucciones del fabricante y empleando los productos que él recomienda. Esto es importante porque, si usásemos descalcificadores no indicados para este uso, estropear la caldera de la máquina, que es de aluminio. 

 

Si sigues estos consejos, tu cafetera superautomática estará siempre preparada para ofrecerte la mejor taza de café posible. El único límite lo marcará entonces la calidad del grano que le suministres. Y aquí, por supuesto, no hay nada que temer, porque tú sabes ofrecerle lo mejor, ¿verdad? 

 

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