Hoy es el turno de un clásico entre los clásicos. Un postre que ha viajado desde Italia hasta prácticamente todos los rincones del mundo. Hay quienes lo consideran un postre, mientras que para otros es una bebida.
En este caso las clasificaciones no nos importan, lo que sí queremos es que acabes de leer este artículo y vayas corriendo a preparar un delicioso affogato. ¡Ya verás que receta tan sencilla!
Café “ahogado” en helado
La fecha exacta de la aparición del affogato es difusa. Es muy probable que apareciera después de la invención de la máquina espresso, pero el affogato no empezó a ser popular en las cafeterías hasta finales del 1900. ¡De lo que no hay duda es que esta delicia surgió en la bella Italia!
Affogato es una palabra italiana que significa literalmente “ahogado”, ¿adivinas por qué? Exacto: porque este postre consiste en una bola de helado “ahogada” en un espresso.
Aunque hay muchas variantes, el típico affogato no ha cambiado desde su primera aparición. Sus ingredientes principales son dos: helado y café.
Si pides un affogato en Italia, probablemente te lo sirvan con helado de fior di latte, sabor muy similar a lo que aquí conocemos como el clásico helado de nata. Si lo pruebas en España, lo más seguro es que el affogato llegue a tus manos acompañado de una cremosa bola de vainilla, ya que la fior di latte no es fácil de conseguir aquí.
Preparar un affogato
Sí, como hemos dicho, para elaborar un affogato solo necesitas dos ingredientes y la preparación de este postre es relativamente sencilla. Pero no subestimes a un buen affogato… Aquí van las claves para que tu creación sea de diez:
- Primero coloca la bola de helado de vainilla o de fior di latte en un bonito recipiente. Súper consejo: las copas hacen que este postre sea realmente vistoso. Te recomendamos que elijas las que tienen forma de cono invertido o las que no sean muy anchas en la base.
- Prepara un buen shot de espresso. No tardes mucho, ¡no queremos que el helado se derrita! Si no tienes una cafetera de espresso, siempre puedes preparar un buen café concentrado: el resultado será similar.
- Vierte con mucha delicadeza el café sobre la bola de helado y sírvelo rápidamente. Te aconsejamos que este paso lo hagas con una jarrita para que el café caiga en el recipiente poco a poco.
¡Ya ves qué sencillo! Lo más importante de esta receta es la calidad de los ingredientes, así como la rapidez con la que hagas cada paso y lo sirvas.
Sin duda, uno de los secretos del afogatto es que hay que tomarlo cuando el helado aún está duro, así el contraste entre el café líquido caliente y la bola de helado fría y consistente ¡Será espectacular!
Variantes
Ya sabes cuáles son las bolas de helado más comunes en esta receta, pero siempre puedes preparar tu afogatto con el sabor que más te guste. Los baristas aconsejan evitar los sabores cítricos y apostar siempre por bolas de helado con sabor a frutos secos: avellana, pistacho, stracciatella…
Otra variante es añadir a la receta algún tipo de licor. Un chorrito de amaretto, el clásico licor italiano de almendra, le dará un toque a frutos secos increíble. Las cremas de licor también irán muy bien, aunque ten en cuenta que aportará cierta graduación a tu postre.
La intensidad del café que elijas y la forma de prepararlo también cambiará tu affogato. Si lo que buscas es un sabor más intenso a café, añade un espresso doble. Si te gusta que el sabor a café sea más sutil, opta por un café americano.
Esta receta puede estar libre de cafeína si utilizas café descafeinado. Así, los y las más peques de la casa también podrán disfrutar de este postre de contrastes.
Por último, decora tu affogato como más te guste: hay quien añade virutas de frutos secos a la bola de helado o alguna galletita para utilizarla como cuchara. Para nosotros, en este caso menos es más: ¡este postre ya es bastante vistoso de por sí! ¡Que lo disfrutes! 😉