Turquía no es un país productor de café, sin embargo, el café turco es uno de los más famosos del mundo. Entonces, ¿qué lo hace tan popular? Este delicioso café de color negro intenso y sabor amargo se distingue por su proceso de elaboración único en el mundo. En el artículo de hoy, te contamos su origen y te explicamos cómo puedes prepararlo en casa.
Elementos necesarios para elaborarlo y servirlo
El café turco o café a la turca, es un café que se define por su peculiar modo de preparación. Para elaborar un buen café turco, debes disponer de una herramienta elemental, el cezve, una pequeña jarra de latón típica de Oriente Medio donde preparará los cafés. También es importante elegir el tipo de café adecuado para esta bebida. Normalmente, se utiliza el café arábico molido extrafino, debido a la calidad de sus granos y a la consistencia del molido.
Asimismo, debes elegir las tazas adecuadas para servirlo. Tradicionalmente, el café turco se sirve en una taza de metal llamada fincan. Esta taza es de pequeño tamaño, del estilo de las tazas del sake japonés o del espresso italiano.
Ofrece a tus clientes un vaso de agua antes del café: refresca el paladar y les permite apreciar todos los matices de la taza. Es interesante como la costumbre de beber agua antes del café ha cambiado de significado en los últimos años. En sus orígenes, los anfitriones lo servían a sus invitados y si estos bebían de vaso, significaba que tenían hambre y se les ofrecía comida.
Ingredientes y pasos a seguir
Una vez dispongas de todos los elementos para preparar y servir el café turco, reúne todos los ingredientes y comienza su elaboración.
Ingredientes (10 raciones)
- Café arábica muy molido
- Agua
- Azúcar
Herramientas
Pasos a seguir
- Primero, viertes cuatro tazas de agua fría en el cezve (utiliza una de las tazas donde vas a servir el café)
- Después, calientas el agua del cezve a fuego medio
- Cuando el agua empiece a hervir, la retiras del fuego y le agregas cuatro cucharadas de café
- Luego, pones el cezve al fuego de nuevo, le agregas dos o tres cucharadas de azúcar y lo dejas cinco minutos
- Cuando lo retires del fuego, lo dejas reposar durante unos 30 segundos
- Mientras tanto, coges las tazas donde vas a servir el café y les echas un poco de agua fría para asentar los granos del café en el fondo.
- Finalmente, viertes el café del cezve a la taza sin filtrarlo
En ocasiones, el café turco se prepara con algunas especias para darle un aroma especial. Si quieres probarlo, basta con que le eches unas semillas de cardamomo o una pizca de canela, clavo o nuez moscada cuando se esté preparando. Estos ingredientes le añadirán un toque diferente a tu café.
Cuando vayas a beberlo, recuerda que el poso debe quedar en el fondo, ¡no debes bebértelo! Y para disfrutarlo mucho más, pruébalo con algo dulce que contraste e intensifique su sabor, como un trozo de bizcocho o unas galletas de mantequilla.
Origen del café turco
El café turco forma parte de la cultura de Turquía y es un elemento esencial en todos los actos sociales. Si visitas una casa, seguramente te ofrecerán esta bebida en señal de hospitalidad. Si vas a sus cafeterías, estarán repletas de gente reunida compartiendo tiempo con amigos o familiares mientras beben café. Su valor social y cultural es tan grande que ha logrado reconocimiento internacional, pasando a formar parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Cuenta la historia que fue el gobernador otomano, Ozdemir Pasha, quien introdujo el café arábica en el país alrededor de 1540 y lo llevó al sultán Solimán el Magnífico para que lo probara. El sultán, invadido por la curiosidad de esta peculiar bebida, pidió al personal de palacio que lo preparara. Allí, por primera vez, se preparó el café arábica al estilo turco.
El café turco tuvo un éxito rotundo y acabó convirtiéndose en una bebida muy demandada entre la nobleza y la clase alta otomana. Más adelante, el consumo del café se extendió por todo el Imperio Otomano, convirtiéndose en una tradición más que perdura hasta hoy.
En la actualidad, es el café más consumido en los países de Oriente Medio. Cada vez más extendido en el mundo entero, muchas cafeterías se han animado a servirlo en sus locales.