La crema o espuma de leche es el resultado que se consigue tras una correcta texturización. En cafetería, lo habitual es trabajarla con la lanza de vapor. Gracias a esta crema podemos disfrutar de unos matices y texturas únicas en la bebida, así como preparar cafés como el Latte, el Cappuccino o el Flat White entre muchos otros. Además, es la responsable de la apariencia y primera impresión de un café, y por supuesto del latte art. En definitiva, una buena crema de leche siempre es una gran aliada y nunca puede faltar en la cartera de conocimientos de cualquier barista.
Si eres de los que aprecia la crema de leche en el café, seguro que más de una vez has querido poder replicar esa textura cuando no tienes lanza de vapor a mano. ¿Es posible? Aquí te traemos cinco formas diferentes de cremar la leche sin vapor. Vamos con ello.
Frasco de cristal
Esta opción es la más básica de todas y quizás la más económica: solo necesitarás un bote de cristal que funcionará como una especie de coctelera para airear la leche. Para esta técnica puedes reutilizar un tarro de cristal de cualquier alimento, pero recuerda lavarlo muy bien para que los olores no afecten al resultado final.
Para comenzar vierte leche fría en un bote de cristal, llenando ¼ o como mucho hasta la mitad del recipiente para que el líquido pueda expandirse con facilidad. Cierra muy bien el frasco y agita con energía durante unos 40-50 segundos. Pasado este tiempo la leche se habrá expandido al doble de su tamaño y ya tendrás una textura mucho más aireada y espumosa. Llegados a este punto ya puedes usar tu espuma de leche, pero si la quieres disfrutar templada o caliente puedes simular el calentado metiéndola en el micro unos segundos y agitándola de nuevo.
¿Un contra de esta técnica? Tendrás que batir manualmente un tarro cada vez que la uses. Además, la crema que obtendremos no será tan firme como la de opciones que veremos más adelante. Independientemente de esto, el resultado es más que satisfactorio para tratarse de algo tan sencillo.
Prensa francesa
Además de infusionar té y de preparar un delicioso café, la prensa francesa o cafetera de émbolo también es una gran aliada a la hora de elaborar una rica espuma de leche.
Para ello tendremos que llenar de leche la jarra, también sin superar ¼ o ½ de su capacidad para que el líquido no desborde y la espuma se airee correctamente. Primero baja el émbolo de la prensa desde arriba del todo hasta la base y de forma continua unas 4 veces. Después repite este paso unas ocho o diez veces pero de forma más rápida y con movimientos más cortos y secos. Da unos golpecitos para que las burbujas de aire más grandes se rompan y la crema sea más consistente. Espera unos segundos para que la crema se separe de la parte más líquida y… ¡Listo! Ya tienes tu espuma de leche lista para acompañar cualquier café.
Si optas por esta técnica te recomendamos utilizar leche fría o templada, nunca muy caliente, así la espuma será más consistente y cremosa. El resultado con esta cafetera es realmente asombroso.
Varillas eléctricas
Con una batidora convencional o minipimer y con sus varillas para montar nata también podremos conseguir una espuma de leche bastante buena. ¿Cómo? Vierte leche en un recipiente alto sin llenarlo demasiado para que esta no salpique y bate durante unos segundos. El resultado es una espuma fina y con bastante consistencia.
Si tienes una batidora de mano y su accesorio para montar nata, prueba a batir leche con él y comprueba por ti mismo el resultado.
Batidor de mano o mini mixer
Este pequeño aparato está concebido para espumar leche y suele ir a pilas. Su funcionamiento es para todos los públicos, aunque es cierto que se necesita algo de práctica para conseguir una buena crema.
Escoge un vaso o jarra con la boca ancha y llénalo más o menos hasta la mitad de leche fría o caliente. Es importante que coloques el recipiente o el batidor un poco ladeado para que al batir haya más superficie de líquido en contacto con el aire. Introduce la varilla medio dedo por debajo de la superficie de la leche y acciona el interruptor. Es importante que no muevas el batidor ya que él solo se encargará de hacer los círculos necesarios para generar espuma.
En solo unos segundos habrás conseguido una espuma bastante consistente con la ventaja de que este aparato es barato, fácil de limpiar y ocupa poco espacio.
Espumador de leche
Por último te dejamos un accesorio específico para cremar la leche: el espumador de leche.
Esta vez no hace falta nada especial para conseguir la crema: acciona el botón y el espumador se encargará de todo. Con este espumador podrás calentar, espumar en caliente y espumar en frío.
¡Qué ganas de un café con su rica crema de leche! ¿Te apetece probar alguna de estas técnicas? Esperamos que te haya gustado el artículo de hoy 😉