Café recién hecho, un chorro de whisky, nata y azúcar. Bastante simple, ¿verdad? Puede parecerlo, pero el secreto de un buen Café Irlandés reside justamente ahí: en su simpleza. Y es que para preparar un irlandés de diez, veremos cómo cada elemento que utilicemos tiene que ser perfecto y “estar en su sitio”.
¿Sabías que el Café Irlandés tiene su propio día? Se celebra el 25 de enero y en Irlanda es muy común celebrarlo con uno en la mano. ¡Normal que este café tenga su propio día!: aún podemos encontrarlo en las cartas de muchas cafeterías.
Hoy en Mocay te contamos el origen de este brebaje y también te enseñamos a prepararlo. ¡Al lío!
Una bebida pensada para reconfortar
El Café Irlandés fue creado en el invierno de 1943 por Joe Sheridan, chef en el aeropuerto de Foynes, Irlanda. Era bastante común que en este aeropuerto los viajeros pasaran largas esperas debido a la climatología de la zona, por lo que se abrió un restaurante en el que los pasajeros y los pilotos pudieran reponer fuerzas a gusto.
En una de esas noches de larga espera, el chef Sheridan improvisó una original bebida para reconfortar a los cansados pasajeros. Según cuenta la leyenda, mientras la gente degustaba el delicioso brebaje en silencio, un viajero americano preguntó con sorpresa al chef: “Amigo, ¿esto es un café brasileño?” “No, es un café irlandés”. Con esta frase, Joe bautizó a la que sería la especialidad del aeropuerto durante muchos años.
Años más tarde, en 1952, el Café Irlandés viajó hasta Estados Unidos de la mano del periodista Premio Pulitzer Stan Delaplane, y llegó hasta el prestigioso Hotel Buenavista de San Francisco. Allí, un barista llamado Jack Koeppler intentó recrearlo sin mucho éxito: la nata no se mantenía en la superficie, sino que se hundía dando como resultado un café con aspecto y textura diferentes al original.
Fue tanta la perseverancia de este barista por conseguir un Café Irlandés perfecto que incluso viajó hasta Irlanda para conocer al chef Joe Sheridan y su técnica en la preparación de esta bebida. ¡Lo demás es historia!
El café de las estrellas
El Café Irlandés comenzó siendo una bebida pensada para reconfortar a viajeros y también a soldados de la Segunda Guerra Mundial, pero pronto se hizo famoso en otras esferas.
En un inicio, solo había dos lugares en el mundo en los que degustar un Café Irlandés: el Hotel Buena Vista de San Francisco y el aeropuerto Shannon, al que muchos artistas acudían a probarlo por primera vez.
Fue el caso de la icónica Marilyn Monroe que, en 1956, probó el delicioso y reconfortante café, quedando inmortalizada en una instantánea que sin duda propulsó la fama de esta bebida.
Otros famosos como Douglas Fairbanks, Maureen O’Hara, Henry Miller, Arthur Miler, Roosevelt y John F. Kennedy también probaron el Café Irlandés y contribuyeron a generar expectación a su alrededor.
Receta
Usar los mejores granos de café, molerlos y prepararlos de forma correcta esl a base de un café irlandés perfecto, y en realidad la de cualquier otro combinado ;).
Para preparar nuestro Café Irlandés necesitaremos:
- 80 ml. de café Mocay
- 40 ml. de whisky irlandés
- 40 ml. de nata para montar o crema de leche
- 15 gr. de azúcar moreno
¡Vamos allá!
- Calentamos el vaso donde vamos a preparar nuestro Café Irlandés. Mientras se calienta el recipiente preparamos un café espresso bien cargado.
- Vertemos el whisky en un cazo junto al azúcar y calentamos hasta que esté a punto de hervir. Integramos bien y flambeamos el líquido para evaporar un poco el alcohol.
- Batimos la nata hasta que esté consistente pero sin que se lleguen a formar picos: el truco es conseguir una textura cremosa sin que la nata llegue a montar del todo. Reservamos.
- Para servirlo vertemos el café y después el whisky. Con cuidado y sobre una cucharilla boca abajo vertemos la nata. La idea es que no se mezcle con el café, sino que quede en la superficie.
En Irlanda se suele servir este café en un vaso o copa alta, en el que quedan las dos capas, nata y café, bien diferenciadas. A veces se decora con un poco de canela o cacao en polvo y se sirve recién hecho.
Hay muchas recetas y versiones de Café Irlandés, la que hoy te hemos enseñado es una de las más sencillas y próxima a la original. ¡Experimenta en casa o en tu cafetería para conseguir la versión de Café Irlandés que más te guste!