Helado de café

Cómo preparar helado de café

cafés, repostería
Entre las múltiples propiedades del café podríamos incluir que se trata de una bebida casi casi empática: ¿acaso no es cierto que se adapta a las diferentes estaciones del año gracias a sus diferentes preparaciones? Los otoños e inviernos son ideales, por ejemplo, para degustar un fantástico café vienés o un buen cappuccino que nos ayude a entrar en calor y nos dé la energía suficiente para plantarle cara a la lluvia y el frío. En primavera y verano, en cambio, nos apetece mucho más un café frappé, un café con helado (como el affogato italiano) o lo que es incluso mejor… ¡un helado de café! Además, la receta de helado de café es tan fácil como estas recetas de café helado de las que te hablamos en un post anterior. El helado de café queda genial en cualquier carta de postres y da un toque de originalidad a las cartas de cafés más especiales y elaboradas. ¿A qué esperas para darlo a probar en tu establecimiento o sorprender a los tuyos con este dulce casero? ¡Sigue leyendo y apunta en tu cuaderno de barista los pasos más importantes de esta sencilla receta de helado de café!

¿Qué ingredientes necesito para preparar helado de café?

Para preparar esta receta de helado de café necesitarás tan solo los siguientes ingredientes:
  • Café
  • Leche esterilizada
  • Azúcar
  • Nata
  • Yema de huevo
  • Estabilizante de helado
Además, recuerda tener a mano tu heladera y otros utensilios básicos como un batidor manual o una olla.

Receta de helado de café: seis pasos ¡y a disfrutar!

Tras hacerte con los ingredientes y útiles necesarios, toca pasar a la acción:
  1. Lo primero que harás será hervir la nata y la leche junto con el café molido.
  2. Mientras la mezcla anterior rompe a hervir, bate las yemas de huevo junto con el azúcar y el estabilizante para helados.
  3. Con la leche, nata y café ya hervidos, vierte esta combinación sobre las yemas de huevo, el azúcar y el estabilizante. Hazlo poco a poco y sin dejar de batir.
  4. Una vez tengas bien agitados la leche, la nata, el café, las yemas, el azúcar y el estabilizante, ponlo todo a cocer a una temperatura de entre 82 y 85 grados.
  5. Después, enfría el contenido mediante un baño María inverso, con agua, hielo y sal (la sal ayuda a que el producto se enfríe con mayor rapidez).
  6. Seguidamente, vierte el contenido líquido en tu heladera y deja que adquiera un aspecto mantecoso. Este paso es muy importante para que la mezcla tenga la textura cremosa que tiene un helado.
Esta receta de helado de café resultará muy simple incluso a aquellos que se consideran una auténtica birria como reposteros. Pero si pese a su sencillez sientes cierta pereza al pensar en ponerte en modo cocinillas, deberías leer los beneficios relacionados con el consumo de café en frío… ¡Te convencerán!

Por qué consumir helado de café es una buena idea

Al ingerir helado de café aprovechamos igualmente las fantásticas cualidades que se le atribuyen a esta bebida tan popular. Como todo barista sabe, el café es muy rico en antioxidantes, favorece nuestra concentración, colabora en la quema de grasas y ayuda a prevenir la diabetes, enfermedades hepáticas o problemas cardiovasculares. Pero… ¿qué nos aporta a mayores el consumo de café en frío?
  • Hidratación: El café frío o el helado hecho con café te proporcionarán una sensación de frescor e hidratación mucho mayor que si consumes esta infusión caliente. Esto lo convierte en un alimento fantástico para una calurosa tarde de verano o para los minutos previos a la práctica de ejercicio: la cafeína aumentará tus niveles de adrenalina y el azúcar del helado pasará a la historia tras unas cuantas carreras o sentadillas.
  • Mejor aún para los dientes: El café solo (sin azúcar o leche) ayuda a prevenir las caries y la halitosis. Pero, además, consumir café en una bola de helado lo hace inofensivo para el esmalte de los dientes (aunque… ¡ten cuidado y no prepares tu helado con demasiado azúcar!).
  • Aumenta tu felicidad: Consumimos helados en momentos relajados, esperando obtener de ellos unos minutos verdaderamente placenteros. La combinación de dos placeres, helado y café, nos hará doblemente felices. Desligar el café de nuestra rutina habitual y enmarcarlo en un contexto mucho más ocioso y dulce puede repercutir positivamente en nuestro ánimo.
  • Evita el reflujo: Debido a su acidez, las personas con problemas gastrointestinales deben evitar el café o consumirlo con especial moderación. Gracias a esta receta de helado de café, hallarán una nueva manera de disfrutar de su sabor.
  • Gusto aún más intenso: Los amantes del café frío o helado defienden que el sabor del café es mucho más intenso cuando no está caliente. Por lo tanto, al degustar helado de café percibiremos muchos y puede que hasta nuevos matices.
¿Qué te parece? Hay bastantes razones para atreverse con esta receta de helado de café, ¿verdad?
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